viernes, 26 de junio de 2009

¡ AY, AMIGO!

Si se perdieran las buenas intenciones nosotros estaríamos perdidos. Sé que hay algo que transmite la energía y las buenas acciones, así como los recuerdos y las añoranzas.
Encontrar la palabra del amigo tanto tiempo después, y que sea el amigo el que inagure los comentarios y el que nos hinche el alma con la alegria del elogio, es encontrar el mayor de los tesoros.


Amigo, no importa que tus palabras anteriores no me hayan llegado, me han llegado estas que han traido calor a mi alma y ecos de las anteriores.

Amigo, que alegría que el tiempo madure la amistad.

Gracias Amigo.

Gracias Fernando.