jueves, 9 de octubre de 2008

EL TIGRE ENJAULADO

Ayer tarde se me ocurrió un relato sobre un tigre siberiano enjaulado, iba engordando poco a poco por la falta de ejercicio y espacio, y los pocos días que podía correr de camino al veterinario se hacía la ilusión de correr por la tundra y la estepa. Mientras intentaba darle forma al cuento, pensé que la imagen de un tigre era poco apropiada, ni el tigre vive en familia, ni es considerado el rey de nada, ya sea selva, sabana, tundra o taiga. Así que decidido a que fuera el protagonista un fiero felino, que simbolizara además el estatus dominante, recurrí al león; y esta imagen simbólica me pareció que tampoco cuadraba. Así que a pensar, el león sería el señor destronado, vale, pero como es perezoso y le daría igual que fuera la leona la que cazara, y esta historia iba de lo contrario tendría que recurrir al tigre. Pero el tigre es solitario, huraño, demasiado independiente; más si es siberiano, muy raro, muy escaso y muy blanco, con lo que ni tendría una imagen cercana ni una identificación con el pretendido simbolismo. Pensé que lo adecuado sería la combinación de un león y un tigre, algún animal tendría que convenir, pero aquí la publicidad y mi memoria me jugaron la mala pasada de recordar al "ligre" del Circo Mundial, ridículo.
En estas me acordé de Alejandro haciendo de fiero león, me reí, se me fue el santo al cielo y jamás escribí el relato.