Cien es un buen número para parar, entre las entradas que hay publicadas y los borradores supero este número. No es que quiera un cierre definitivo ni que quiera eliminar este blog, pero voy a parar. La razón principal es que quiero centrarme en otro esfuerzo, también de escritura.
Tengo el propósito de acabar en breve el inconcluso y perdido cuento de la Isla de Lobos, un pequeño artículo sobre mi afición a correr, varios borradores de entradas de los blog a medio hacer, e iniciar un libro. En el prólogo de una lectura reciente el escritor contaba que en sus relatos y en sus artículos necesita tiempos y planificaciones diferentes a los que necesita para redactar una novela. Este escritor es para mí una inspiración y un modelo en la escritura, por lo tanto le haré caso.
Hay una razón de peso más, soy un aprendiz en busca de tema para dar el salto. Podría decir que mi libro tratará de la “rebeldía justificada”, pero es incierto. No puedo aventurar ni tan siquiera que vaya a existir el libro, es imposible determinar de qué irá. Y tampoco puedo vaticinar si se escribirá y si se editará. Démosle un año a esta aventura. Pero si diversifico esfuerzos es seguro que las entradas del blog irán consumiendo las ideas sobre las que pudiera versar una novela, si así nace, o un libro de memorias o cualquier otra cosa.
Gracias a todos los que habéis participado en este blog con la lectura, gracias a los que habéis hecho comentarios. Quiero, sin embargo, abusar de vosotros y pediros un favor más, haced algún comentario sobre el blog, sobre la entrada que más os gusta o sobre la que más os disgusta, e identificaros. Es una forma de saber si mi camino va también hacia vosotros o solo hacia mí.
No sé si cumpliré a rajatabla con el propósito de pausar estas entradas (sé que retocaré y modificaré alguna y aparecerán publicados los borradores que ya inicié) pero lo intentaré. Y espero que sea señal de que avanzo en otros sentidos