viernes, 28 de diciembre de 2012
CRÓNICA DEL FUGITIVO.
viernes, 16 de noviembre de 2012
LAS COSAS QUE NUNCA TE DIGO.
estás guapa, te quiero,
te quiero así,
feliz,
me callo.
Sé que debería decirte a menudo,
me gusta como haces las cosas que tú haces,
me gusta cuando estás despistada,
libre,
y no ejercito este derecho a pedirte,
abrázame en la forma en la que me gusta que tú me abraces,
bésame como me gusta que tú me beses,
acuéstate a mi lado y martirízame con el frío delicioso de tus pies.
Sé que no siempre soy yo el que callo,
hay días en los que te cuento esto como un ruido de fondo,
como un murmullo que acalla
el timbre de un teléfono,
la melodía de Violeta
o un absurdo y dulce reclamo infantil.
Sé lo que me gusta tu piel,
que yo sé suave y cálida.
Sé lo que me gusta el arco de tu espalda,
el que yo creo que parece hecho para mí,
para que me acople y me reciba.
Sé lo que me gustan los días en los que te veo,
tranquila,
amable,
dulce,
serena,
alegre,
o todo lo contrario.
Sé que son estas,
y las otras,
las cosas que me gustaría decirte,
recitarte.
Y nunca te digo.
Aunque nunca no sea nunca.
miércoles, 17 de octubre de 2012
A LA SOMBRA DE MURAKAMI
- Tranquilo, decía el Feo Gómez. El gato no te hará nada, no hace nada.
- Entonces es manso, contestaba yo.
- No hace nada porque es un cachorro tranquilo.
- ¿Por qué dices que el gato es manso?, ¿de dónde has sacado esa palabra?
- Hoy en Furia ha salido un caballo salvaje. Como no dejaba que le pusieran una silla, Furia se puso a su lado y el caballo se tranquilizó porque era manso, solo estaba asustado.
- Ya, pero un gato no puede ser manso.
- ¿Por qué no?, ¿por qué un caballo puede ser manso y un gato no?
viernes, 21 de septiembre de 2012
CUENTOS DEL DÉFICIT CERO. UN TERCIO MÁS.
Olga vuelve a las tres y encuentra a Pedro aun en la cocina, pensativo, preocupado. No quiere preguntar, sabe que es duro aguantar ciclos de cuatro días sin venir a casa, durmiendo en camas de hospital y atendiendo a gente en mal estado. Olga sabe que ayer le contó que había tenido que dejar de atender a un cincuentón en paro desde que se inició la crisis y a un marroquí sin ningún tipo de documento. A Pedro le propusieron objetar, pero el director de la Clínica lo miró y él pensó en la tranquilidad que la interna les daba en casa y en lo bueno que era que ella subiera las maletas, no estaba para rebeldías quijotescas. Olga cree que hizo lo más sensato. Pero tiene que ser duro decirle a alguien, vaya a morirse a casa, yo no puedo atenderle. Olga siente que ni un terrorista merece oir eso.
Olga mira ensimismada a Pedro, piensa que vive una lucha interior y que su juramento hipocrático le está provocando un fuerte dilema moral. Estás bien Pedro, lanza con dulzura. Sí, no te preocupes, tranquiliza el médico, estaba pensando en que si en vez de hacer lo de todo el mundo fuera al revés que el mundo podría añadir un ciclo más cada dos meses, comprarnos el coche con el deuvedé integrado en los asientos traseros y ganar este año un tercio más.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
LA ISLA DE LOBOS.
Cuando Ferling, el Guardián, detectó el mensaje supo enseguida que debía convocar el Consejo.
lunes, 10 de septiembre de 2012
EL PEDANTE.
YANNIH NOAH Y SU RAQUETA.
Es domingo. Y esta ribera del Guadalquivir que alberga también a pintores y artistas, noctámbulos que no saben a dónde ir, parejas que ya no saben si el deseo de la noche sigue ardiendo, no parece Sevilla. Y aunque así sean ya esta ciudad y otras muchas del país, parece una mañana cualquiera junto a otro lugar, como podría ser junto al río Cam. Una mañana llena de actividad aunque sea domingo, sea enero y haga frío, mucho frío.
Y voy pensando en Yannih Noah, aquel tenista que me encandiló con sus golpes imposibles, el primero al que ví saltar por encima de su raqueta para dar un golpe entre sus piernas, al que ví remontadas épicas y al que aplaudí. Voy pensando en él porque hace unos días opinaba y teorizaba sobre el deporte español, y venía a decir que todos los éxitos logrados por los deportistas españoles están manchados por la trampa del dopaje. Es fácil teorizar, opinar y decir algo así sin conocer la realidad de miles de personas que optan por correr, montar en bici, saltar, jugar al tenis o al baloncesto o al fútbol de forma masiva. Es fácil hablar porque este tío no sabe lo difícil que es, ya no correr, sino conseguir un dorsal para correr una media maratón, participar en un triatlón o en una ruta ciclista. No sabe la masa social que respalda cada acto. Y aquí no hay trampa ni cartón, hay que correr, pedalear, saltar, y son el propio cuerpo, la mente, las piernas las que van moviendo una pequeña rueda hacia cada victoria. Yannih Noah no lo sabe y no nos importa.
Yannih Noah ha cambiado su raqueta por una guitarra, y puede que siga siendo un virtuoso. Pero que calle, por Dios, ¡que calle!. Porque, entre otras cosas, me estropea la mañana del domingo y los graznidos de los patos, el reflejo del primer sol sobre las ondas de las piraguas, el saludo del conejo en el parque. Que calle. Me gusta correr en paz.
martes, 28 de agosto de 2012
EINSTEIN EN ESPAÑA.
Fue hace muy poco cuando al remodelarse la biblioteca del Instituto Séneca se redescubrieron los diarios del profesor, quien alumbró y enseñó la luz del conocimiento a varias generaciones de cordobeses en esta institución. Así se sabe que durante toda la estancia española del científico, León pudo asesorar a éste en su trato con gentes de muy poca educación y mucho protocolo, y recibir el cariño y el afecto del alemán quien quiso, años más tarde, llevárselo a América como secretario y asistente personal. Si León no viajó nunca a los Estados Unidos fue, como él bromeaba, por la gracia de Gracia, su esposa.(*) Entre sus pertenencias se encontraron ejemplares de revistas científicas de principios de siglo, boletines de las Academias extranjeras que lo trataron como a uno de los suyos y una caja con varios discos entre los que se encontraban todas las conferencias españolas y la entrevista de Crispín. Se conjetura con que ocultó todo esto porque Crispín, a golpe de sablazos, soliviantó a muchos, fue investigado y descubierta la relación, que no tenía nada de familiar, con D. Luis Sopas, el Gobernador. El "Sopas", como pasó a ser llamado, declaró que sí, que lo de llamarlo sobrino, sí era familiar, como era tan pequeño y tan rellenito... Todo un escándalo.
No se sabe por qué el profesor Marín olvidó el paquete o no reveló a nadie su existencia, quizás fuera miedo a que este tesoro, que había estado mezclado en un asunto sucio, estuviera contaminado de esa suciedad, o que entendiera que la España que él vivió no estuviera preparada para Einstein.
Se conjeturó que al célebre Premio Nobel Rafael Arresye, al que León recomendó ir a Princetown, le fue desvelada su existencia y entregadas unas notas manuscritas de Einstein en las que se esbozaban la Teoría de Cuerdas y la aplicación de la Física Cuántica en la dinámica del centro de un agujero negro que él más tarde desarrollaría. És solo una suposición.
D. León Marín Rubalcaba se jubiló apenas cumplidos sesenta años. En realidad, fue invitado a jubilarse por apoyar los movimientos estudiantiles de los años 50 y decir en voz alta que un régimen que proclamaba "Muera la Inteligencia" tenía que ser tonto de solemnidad.
(*) El chiste de esto estaba en que parafraseaba por la Gracia de Dios, siendo su frase de una gracia al cuadrado. Chiste de científico agnóstico.
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DEL DIARIO DE D. LEÓN MARÍN.
TRANSCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA REALIZADA EL 27 DE FEBRERO DE 1923 A DON ALBERTO EINSTEIN KOCH POR EL PERIODISTA CRISPÍN GONZÁLEZ MIRASOL.
(La entrevista tiene lugar en la Suite del Hotel Real. Una sala grande en la que el señor Einstein ha concedido un tiempo al insigne colaborador del Diario Córdoba Crispín González, quien ha acudido vestido como un sportman inglés, en un inmaculado atuendo blanco del más fino paño galés que realza una piel requemada al sol de la holgazanería. Este se sienta de forma procaz, entorna la mirada e inicia, de forma inquisitorial, la conversación).
CRISPÍN: Errrr... Bon yur. Auf firenzen. Helou. Ij libi dij. Mister Instein. Guat...
EINSTEIN: Joven, no se moleste. A pesar de mi acento, entiendo y hablo español.
CRISPÍN: Entonces, ¿por qué sus conferencias son en alemán?
EINSTEIN: Mire usted, jovenzuelo. Cuando supe que iba a venir a España me planteé preparar mis charlas en su idioma. Pero no quise por dos razones, la primera es que quizás su idioma no está preparado para explicar ciertas cosas, y sí para otras. El alemán es una lengua más cercana al lenguaje matemático que la suya. Y yo necesito las matemáticas. La segunda razón, es la misma, con alguna variante, pero la misma. Es una vieja costumbre mía, tener las cosas por duplicado.
CRISPÍN: Pero usted aprendió español. ¿Lo hizo porque la consideró una lengua imperial?
EINSTEIN: Déjese usted de imperios que en mi tierra también sabemos de eso. Aprendí español porque otros alemanes quisieron leer El Quijote en su lengua original. Y ese ejemplo me gustó. Y la lengua, una lengua de hombres para hablar con hombres, para el arte y la literatura.
CRISPÍN: Entonces, ¿usted prefiere hablar en alemán desde su púlpito sin tener los pies en el suelo y que no lo entiendan? Considera borregos a los demás.
EINSTEIN: Tal y como lo plantea me convierte usted en una persona distante. Está usted equivocado. Y parece que un poco desinhibido. ¿Ha bebido?
CRISPÍN: Señor Einstein quiere usted ofenderme y no ofende quien quiere sino quien puede. Y le digo una cosa, como dijo Ulpiano, a menudo quien injuria...
EINSTEIN: Deje usted a Ulpiano en paz. Estoy seguro que ni lo conoce y que no sabe que durante siglos estuvo prohibido citarlo, de veces que habían abusado de él los malos estudiantes de leyes. Déjelo en paz.
EINSTEIN: Y mire, en atención a su país, respondo su pregunta anterior. No. No hablo desde un púlpito que me encumbre a mí, hablo desde un púlpito que encumbra la verdad de la ciencia. Y es asombroso, la gente, que no entiende nada de lo que digo, me mira con veneración, porque comprenden que asistimos a una nueva era, en la que el hombre se enfrenta al reto de entender el Universo con otras leyes. Leyes que no son las nuestras, de momento
CRISPÍN: ¿Qué es tan importante?
EINSTEIN: He tenido la suerte de descubrir algo que ha revolucionado el conocimiento. He descubierto un límite en el Universo, el que impone el viaje de la luz. Y que la energía y la materia son la misma cosa. Y también que lo son el tiempo y el espacio.
CRISPÍN: Es decir, que todo es relativo.
EINSTEIN: ¡Qué va, hombre!¡Qué va!. Los nombres de las teorías que expongo son las de la Relatividad General y la Relatividad Especial. No significan lo que usted dice. Casi mejor que hubiera usted entendido algo y hablado de viajes en el tiempo, curvatura del espacio tiempo, dimensiones paralelas y cosas así. Habría disculpado a un fantasioso, no a un necio.
CRISPÍN: Pero usted ha dicho que todo es relativo.
EINSTEIN: Pues no lo recuerdo. Es posible, y probable, que lo haya dicho alguna vez. Pero como he dicho miles de veces, dame pan, pásame la sal, siéntate aquí, o qué calor. Espero que mi fama no sea por ninguna de estas frases, por lo demás, nada originales. Es como si yo dijera que el orden del Universo no es producto del azar sino de leyes mecánicas y energéticas, y para poner un ejemplo se me ocurriera comentar "Dios no juega a los dados". No creo que nadie entendiese que Einstein dice que Dios ordena el Universo.
CRISPÍN: Ve usted algún paralelismo entre la situación de su país, Alemania, y la época de la República del asesinato de César por Bruto. Y de como Marco Antonio, Octavio y Lépido tomaron el poder como cuenta Shakespeare.
EINSTEIN: Lo primero es decirle que Shakespeare no era historiador y manipula la historia en aras del dramatismo de la escena. Lo segundo que no me interesa la política. Y lo tercero que me extraña que haya usted leído Julio César y lo compare con la situación dramática de mi país.
CRISPÍN: En realidad esta pregunta es de un amigo mío de Cartagena que ayer se fue a cubrir los acontecimientos de Sudáfrica.
EINSTEIN: Me lo temía.
CRISPÍN: ¿Cree usted, tras su visita a Palestina, que los judíos planean conquistar el mundo y que han provocado la Gran Guerra y la Revolución en la Santa Rusia junto a los bolcheviques como el inicio de su plan?
EINSTEIN: Joven, debería usted dejar de leer libelos como ese de los Sabios de Sión que de forma velada menciona. Y aprender algo de lenguas, porque mi apellido delata mi origen judío.
CRISPÍN: Entonces, para usted, ¿los judíos no son la enfermedad del mundo?
EINSTEIN: No.
CRISPÍN: Será porque usted es judío.
EINSTEIN: Será.
CRISPÍN: Lo siento, profesor, creo que usted es decepcionante, que da algo, cómo decirlo, de grima. Esperaba encontrar a un fornido teutón rubio y me encuentro con usted, un judío desaliñado que se inventó una teoría idiota mientras se aburría en la oficina de patentes. ¡Qué decepción!
EINSTEIN: Todo depende del cristal con..... Perdone. No. Todo es relativo.
(En aquel momento Don Alberto se levantó y cerró el biombo que lo separaba del periodista, al que despidió no sin que este le pidiera prestados veinte duros para el alojamiento. Se volvió a mí e hizo gesto para que dejara de grabar. Me pidió explicaciones sobre la entrevista y el entrevistador, y como fui franco y contesté la verdad sobre el Gobernador y las condiciones y prometí librarlo de una tarde de zarzuela o sainete, me tomó en estima hasta el fin de sus días y me consultó varios temas que yo había estudiado sobre radioactividad.)
Córdoba, siete de octubre de 1.956
lunes, 2 de julio de 2012
DIOS TAMBIÉN SE EQUIVOCA.
- Sea este mi sueño, sea esta mi conversación, sea este mi sitio.
- Debes saber que soy Dios Creador, el Omnipotente, el Omnipresente. Así que no solo estoy, y vivo, y habito todo el tiempo y el espacio. Habito, vivo y estoy en todos los mundos reales, imaginarios y oníricos. Pero a pesar de eso, de ser tu Creador, y, por tanto, ser creador de lo que tú crees y de tus sueños, te concedo en este tu, nuestro, sueño estar a mi diestra.
- Ahí quería yo llegar.
- ¿A dónde?, ¿a mi diestra?
- No. A que tú eres, y estás, en todo. A que eres Creador y titiritero de mi mundo, del que manejas los hilos.
- Claro.
- Entonces te recrimino, Dios, lo que haces. Lo que nos hiciste. Creador sin eliminar de nosotros la maldad y ubicados en un mundo del que no eliminaste las miserias.
- Así es. Quise crear seres como yo. Pero no pude. Yo, la Unidad y el Todo no podría dividirme. No podría pasar a ser la Multiplicidad y el Todo.
- ¿Lo intentaste?
- No. Y no quise. Solo me permití crearos a vosotros... y el misterio de la Trinidad.
- ¿Irresoluble?
- No para mí. Está en mi mente, en mi ser. Solo quien se funda conmigo lo sabrá.
- ¿Y quién será?, ¿todo el que muera y se salve?
- No, los que componen la Trinidad.
- ¡Vale!.
Pausa incómoda. Es un punto de la conversación en el que no hemos llegado a ningún sitio, parecemos dos desconocidos, pero si todo es como se dice que es, él debe conocerme.
- Claro.
La exclamación, con algo de sorna, me devuelve a mi sitio. Él lee mi mente.
- Tú fuiste el que una vez me vio en lo infinitesimal, en las partes del átomo.
- Sí.
- Bonita visión. También fuiste el que demostró que yo no existía a través de las propiedades de las matrices cuadradas, y de la inversa de una matriz nula.
- Sí.
- Graciosa, y cierta. Para salvarla tuve que dejar de ser la matriz nula.
- ¡Vaya!. Pero, al fin y al cabo, no podías ser nulo.
- ¿Sabes que te la robaron? El depechemode la publicó y dijo que era suya. Pero tuvo poca gracia y poca acogida.
- ¿Tuviste algo que ver?
- Estoy en todo.
- ¿También en lo malo?, ¿en la enfermedad?, ¿en la desgracia?
- Sí. El mundo es una creación imperfecta, ya te dije que solo puede haber una perfección. El mal existe, y debe equilibrarse.
- Pero, ¿por qué no envías el mal a los que lo merecen?, ¿a los que hacen el mal?
- Creo un equilibrio en el mundo. Mal para los buenos que pueden soportarlo.
- Lo siento, eso es mentira.
- Yo no miento - sonó con la voz de un trueno.
- Quizás, pero te equivocas. Y para quien lo es Todo, la equivocación es tan grave como un pecado.
- Y, ¿por qué dices que me equivoco?
- Mírame, recuérdame, recuerda mis pasado y mi futuro. ¿acaso no sabes lo que sé de la desgracia y el infortunio?
- ¿Te crees el más desgraciado?, ¿no conoces el mundo?
- No, no soy el más desgraciado. Pero no merezco ciertos calvarios. Y te digo que tampoco los merecen los que me rodean y sufren otras desgracias. Vidas rotas.
- No conoces mi mundo, mi mente, mis designios.
- No los necesito, te equivocas y no siempre envías un cáliz a quien puede soportarlo. Te equivocas, Dios, te equivocas.
- ¿Quién eres tú para hablarme así?
- Soy tu hijo. El que te tiene en su ser y en su creencia. En la médula de su ser, porque de ti me inocularon desde que nací. Y, aunque no existas, aunque solo seas mi sueño y el de muchos hombres, como tu hijo te hablo y te recrimino tus errores. Y te hablo con el derecho de quien tiene un ser y una existencia que no pidió. Tú, padre, eres el responsable del Bien. Y del Mal.
- Hablas de errores y el mayor error es el que tú cometes, convertirme en culpable. Pero, hijo, te perdono.
- No quiero tu perdón, no puedes perdonar mis errores, mis pecados y ser cruel con inocentes. Eres tú quien necesita el perdón de los hombres, el perdón del mundo.
martes, 26 de junio de 2012
POEMA PARA MARTA
Niña de agua.
Niña del alba, niña esperada.
Podrías ser la jueza o la marinera.
Podrías ser.
Pero tú,
que vendrás a la mejor hora
del mejor día.
Serás tan solo tú.
Tu nombre podría ser cualquier nombre,
pero tu nombre,
será solo tu nombre.
Tú, que podrías traer mil panes...
Olvida los panes, olvida los nombres.
Olvida oficios y días.
Ven.
Niña de luna, niña de viento.
Niña de agua.
Niña del alba, niña esperada.
Niña.
EUROPA, EUROPA.
jueves, 24 de mayo de 2012
miércoles, 9 de mayo de 2012
CUMPLEAÑOS
miércoles, 2 de mayo de 2012
ESPAÑA NO ES UNA MARCA.
No es eso.
miércoles, 21 de marzo de 2012
RECORDAR.
Tan solo un susurro y una sombra.
Así, como el viejo espectro,
el amigo perdido,
o un truco de magia desvelado,
es el recuerdo.
Un susurro.
Una sombra.
viernes, 17 de febrero de 2012
MARATÓN
Todo eso, los 10.000 y los 500 km. corridos durante los últimos meses no valen nada para el domingo. Para la carrera a la que se encaminan la ilusión, el miedo, el esfuerzo y el entrenamiento. Porque si algo he aprendido de esta carrera es que cada una es un mundo. Y que necesita de una preparación previa, de un esfuerzo muy alto para tener garantías y fuerza para acabarla. Pero, nunca, seguridad.
miércoles, 1 de febrero de 2012
WOODY ALLEN QUE ESTÁS EN LOS ALTARES.
Hay personas que somos pretenciosas por naturaleza y decimos apreciar el Arte, y solemos despreciar la artesanía. Eso suele ocurrir entre los que nos damos por entendidos en cualquier materia, olvidamos un elemento primario, el goce o el gusto, y nos decantamos por los superfluo, por los adornos, por la grandilocuencia.
El otro día pude, al fin, ver Midnight in Paris y me gustó. Se trata de un pequeño cuento acerca de un escritor que transgrede las leyes del tiempo y viaja en taxi al pasado cada noche. Un bonito cuento en un bello escenario. Una película ejecutada con la maestría de un genio que sabe, con el tiempo y el buen hacer, contar una historia.
Los comentarios que escuché sobre la película me llevaron a pensar que estoy fuera de una órbita, la de la moda. Y debe ser que haber pasado la cuarentena me permite moverme en mis propios cánones y gustos. Pero me molesta la ligereza con la que se dice que Woody Allen solo hace la misma película y vídeos de promoción turística desde hace tiempo o que a Woody Allen se le perdonan muchas cosas. Me molesta porque quienes lo dicen me recuerdan a veces a masoquistas pasados de rosca que solo encuentran placer en una nueva vuelta de tuerca, en que se retraten el peor de los submundos, las pasiones más aburridas, la música más chirriante, un mundo más feo. Y es que las pequeñas, las viejas historias, las fábulas y mil cosas como los cuentos, los poemas, las canciones, a veces bastan con que conecten con nosotros, aunque sea en una palabra o en un verso, para que sean geniales. O, quizás, y más importante, para que nos gusten.
La cámara de Allen nunca, o quizás solo en Zelig, ha sido experimental en lo formal, encuadres clásicos, planos secuencia, montaje claro y lineal. Lo revolucionario de Woody Allen ha estado siempre en el guión, en la interpretación, en la habilidad de contar siempre la misma historia, de reírse del mundo y de sí mismo y de conseguir engancharnos. Y Midnight in Paris, La Rosa Púrpura del Cairo, Acordes y Desacuerdos son pequeños cuentos que se alternan en su duda existencial, en su acercamiento y su alejamiento continuo del judaísmo, del miedo a la muerte. Son como pequeñas variaciones en una melodía madre, como una pequeña composición de jazz al estilo de Nueva Orleans.
Desde hace unos años ha descubierto un mundo fuera de Nueva York, una serie de ciudades faro a las que ha trasladado sus historias, unas veces con un acierto extremo, Londres o Venecia, Match Point o Todos dicen I love you. Otros fiascos como Barcelona. Y es que parece que como a los viejos Kurosawa y Billy Wilder ya nadie le financia películas en América. Una lástima.
Pero el astuto Allen lo sabe, sabe que lo criticarán, que dirán que está viejo, y se ríe de ellos en esta película. Ahí está el pedante. El que, sin saber muy bien lo que dice, no sabe decir si le gusta o no un vino, sino que prefiere uno con un toque más de tanino. Pues … (termínese aquí con rima).
Y yo, si fuera parisino, le daría un beso a Woody Allen. Por si acaso pongámoslo en los altares, antes de que venga Vicente Aranda y lo convierta en un actor porno o un director coreano lo martirice ante las cámaras.
Por el bien del cine.
GARZÓN.
- Pues que espabilen. El niño tiene que hacerse un hombre y pelear. Y el rojo este que se calle. ¡Hay que ver! ¡Que me he colado, yo! ¡El jefe de Falange!
- Mire usted, lo siento. Dígame qué le despacho.
- Te voy a decir el qué. Pero antes te voy a contar lo que hicieron los rojos, que cuando liberamos Málaga habían convertido las iglesias y la Catedral en pocilgas donde tenían las bestias y los cerdos. No habían dejado ni hostias ni vino en ningún sitio y tuvimos que comulgar con pan duro antes de darles lo suyo. ¡Qué vergüenza!, mujeres divorciadas, con niños y sin casar. Unas putas, eso es lo que eran las de allí. Y ellos unos maricones cobardes.Dame una telera y un pan bombón.
- A mi madre y a mi hermana las mataron en la carretera camino de Almería. A mi me crió mi abuela y Don Antonio, el que se acaba de ir, me lo recordaba cada día. Cada vez que necesitaba trabajar, moverme y, hasta para casarme, tuve que pedirle permiso, acudir a él, al Sindicato y rogarle. Por miedo. El que no tuvo mi padre hasta que le dieron el paseo.
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