viernes, 16 de noviembre de 2012

LAS COSAS QUE NUNCA TE DIGO.

Sé que cuando tengo ganas de decirte
estás guapa, te quiero,
te quiero así,
feliz,
me callo.

Sé que debería decirte a menudo,
me gusta como haces las cosas que tú haces,
me gusta cuando estás despistada,
libre,
y no ejercito este derecho a pedirte,
abrázame en la forma en la que me gusta que tú me abraces,
bésame como me gusta que tú me beses,
acuéstate a mi lado y martirízame con el frío delicioso de tus pies.

Sé que no siempre soy yo el que callo,
hay días en los que te cuento esto como un ruido de fondo,
como un murmullo que acalla
el timbre de un teléfono,
la melodía de Violeta
o un absurdo y dulce reclamo infantil.

Sé lo que me gusta tu piel,
que yo sé suave y cálida.
Sé lo que me gusta el arco de tu espalda,
el que yo creo que parece hecho para mí,
para que me acople y me reciba.
Sé lo que me gustan los días en los que te veo,
tranquila,
amable,
dulce,
serena,
alegre,
o todo lo contrario.

Sé que son estas,
y las otras,
las cosas que me gustaría decirte,
recitarte.
Y nunca te digo.
Aunque nunca no sea nunca.