jueves, 19 de junio de 2014

COMENTARIOS.

Un blog es un cuaderno. Virtual, electrónico, pantalla al mundo o lo que sea. Sí, tecnología del siglo XXI, de finales del XX, y ya desfasado. Sí, ya ha cambiado la forma de escribir. Desde el relato oral al papiro, luego al papel, a la imprenta, a la máquina de escribir, hemos llegado a la puntilla. Al comentario destilado que apostilla.

Salvo para la ironía, el sarcasmo, o para dirigir a un conductor despistado, no me bastan dos frases. Bueno, con dos palabras como te amo, por favor, te quiero o con monosílabos como ven, sí o no, se construyen mundos y vidas. Pero para expresar lo que significan seis años de ensueño, un reinado de 40 años, los desastres de Calatrava, o el abandono en nuestro país de la educación o la sanidad, dos frases se quedan cortas.

Dirán algunos, si no sabes hacerlo con esos mimbres es que no sabes resumir lo que piensas. Yo, que no sé si pienso, o si lo que hago es rotar ideas en mi mente a la manera de las balas en el cargador de un revólver, no lo entiendo. Pues no creo que de cualquier cosa se pueda tener la seguridad para resumir la propia opinión en una frase o en un meme, porque no creo que esa frase pueda albergar matices con todo lo que se quiere expresar y que, dada su cortedad, hemos aprendido a rellenar lo que sugieren las frases de los demás a nuestro antojo. De ahí los problemas,  que también los suscitan estos nuevos medios.

Estamos dejando a la prensa, a los tertulianos, a los politólogos que sean ellos los que rellenen, y dominen, en nuestro mundo, la información y el pensamiento. Y nosotros nos estamos dejando, nos basta con la comodidad de hacer un comentario. De hacer un titular para ser retuiteado, a veces solo con la intención de saber que nos siguen. No importa que ni siquiera nos lean.

Un blog es un cuaderno, esto ya fue dicho. Un blog responde a algo anticuado, esto también. Y les pido que sean anticuados y me cuenten qué les parecen las entradas, si las leen. Pues, a veces, este fondo negro desconsuela, uno ve que han sido más de ocho mil visitas a sus páginas, y piensa, si es eso lo que hace, al ver las estadísticas de la página, que solo puede tener seguridad de que sean visitas reales las que provienen del extranjero y que la mayoría de las de aquí, son entradas del propio autor para corregir y pulir.

Comenten, comenten, pero no sean cortos. O sí, pero comenten. Por favor.

No hay comentarios: