martes, 20 de enero de 2015

LA CLASE.

Usted es el primero que la abre. Así susurró una voz juvenil al tiempo que el nuevo profesor abría la ventana. Una suave brisa penetró en el aula, entraron con ella la luz y la fragancia de la calle, se formaron remolinos en el suelo y arrastraron fuera la suciedad acumulada, las ropas grises, el olor a clase de gimnasia, el libro de religión, las gorras blancas y las shaylas.
Los alumnos siguieron sin entender qué era el límite de una sucesión; pero entre ellos y la pizarra  había desaparecido el pesado velo de lo inamovible.

No hay comentarios: