jueves, 24 de diciembre de 2015

LA ESTRELLA DE LA NAVIDAD.


Van a ir a comprarse un vestido nuevo y un helado; anoche, día 23 de diciembre, tras las noticias, se sentaron en el antiguo salón de casa y ambas hablaron de muchas cosas. Fue tan grande el repaso a las vidas de familiares, de amigos, de vecinos, de los maridos que, como buenos hombres, con los años se habían vuelto más niños, de los edulcorados fracasos de los hijos, que bromearon diciendo que aquello parecía un velatorio.

Las dos hermanas habían vuelto a su casa para finiquitar la herencia pero aquella novedad lo cambiaba todo; tras el desconcierto, tras la certeza de que no tendrían tiempo de volver con sus familias presentes, decidieron volver a la familia pasada, quizás al día más feliz de sus vidas y regalarse con lo que su madre aquel día les obsequió. Recordarían al padre y a la madre en cada cucharada de aquella fresa ácida, en el olor y el apresto de la ropa nueva. En eso se resumían al completo sus vidas; en eso quedaría para ellas la historia de la humanidad.

Según las noticias, Melancholia acabaría con todo al día siguiente.