miércoles, 28 de septiembre de 2016

LOS DÍAS DEL SEÑOR

Poco antes de que los domingos fueran amargos tan solo eran los días del miedo, ¿lo recuerdas? Papá volvía a casa, escopeta al hombro, envuelto en alcohol, perfume barato, sudor y humo; mamá, antes de escondernos, nos contaba un cuento sobre la cacería, el mareo por la cerveza sin apenas comer, el mal humor por la jaqueca, y su querencia por la colonia de mujer...

Pero tú nunca pudiste callar y le pedías a mamá que hiciera algo, que cambiara aquello. Ella nunca te negó nada; por eso, aquel domingo, como una maga, trocó la escopeta en varita mágica, cambiando para siempre el miedo por orfandad y tristeza.